Sabemos que el polen puede causar estragos en algunas personas durante las estaciones cálidas, pero ¿qué pasa con nuestros compañeros de cuatro patas? La triste verdad es que, sí, las alergias al polen son una realidad para muchos animales, y lo que es más importante, algunas razas son, genéticamente, mucho más propensas a sufrirlas que otras.
La afección se conoce comúnmente como dermatitis atópica o atopia, y es una predisposición genética a desarrollar reacciones alérgicas a sustancias ambientales comunes como el polen, los ácaros del polvo o incluso el moho. En el caso del polen, el sistema inmunitario de estas mascotas reacciona de forma exagerada, lo que lleva a la inflamación y, sobre todo, a un picor intenso.
Razas caninas con mayor predisposición a la alergia al polen
Aunque cualquier perro puede desarrollar una alergia, estas razas son las que vemos con mayor frecuencia en las consultas veterinarias por problemas de atopia relacionados con el polen:
- Terriers (especialmente el West Highland White Terrier y el Scottish Terrier): Son famosos por su piel sensible y su propensión a la atopia. El picor, el enrojecimiento y las infecciones secundarias son muy comunes en ellos.
- Golden Retriever y Labrador Retriever: Estas razas populares son, lamentablemente, muy susceptibles a las alergias ambientales. Suelen manifestar el picor intenso en patas, abdomen y oídos.
- Bulldog Francés e Inglés: Además de sus problemas respiratorios por su anatomía braquicéfala, son muy propensos a las alergias cutáneas, que pueden manifestarse con picor, enrojecimiento y pliegues cutáneos irritados.
- Pastor Alemán: A menudo presentan problemas cutáneos generalizados, incluyendo dermatitis atópica.
- Shih Tzu y Lhasa Apso: Sus largos pelajes y su predisposición genética los hacen vulnerables a los picores y las infecciones de piel y oídos.
- Boxer y Dálmata: También figuran en la lista de razas con mayor riesgo de desarrollar alergias al polen.
- Setter Irlandés: Conocidos por sus elegantes pelajes, pueden sufrir picor y problemas de piel relacionados con las alergias.
¿Y los gatos?
Aunque la dermatitis atópica es menos común y a menudo más difícil de diagnosticar en gatos, también pueden ser alérgicos al polen. No hay una predisposición racial tan marcada como en los perros, pero si tu gato se lame o rasca excesivamente, tiene parches sin pelo o irritaciones cutáneas, especialmente en primavera y verano, podría ser un caso de alergia ambiental.
¿Por qué mi raza es más sensible?
La clave está en la genética. En estas razas, hay una falla en la barrera cutánea y una respuesta inmunológica alterada que los hace reaccionar de forma desproporcionada a alérgenos que, para la mayoría de los animales, son inofensivos. No es una cuestión de «mala suerte», sino de una predisposición hereditaria que se ha observado y estudiado.
Qué hacer si tu mascota es de una raza sensible
Si tienes una mascota de una de estas razas, es crucial que seas proactivo:
- Observación: Presta atención a cualquier signo de picor, enrojecimiento o lamido excesivo.
- Visitas regulares al veterinario: Un diagnóstico temprano es clave. El veterinario puede confirmar si se trata de una alergia al polen y descartar otras causas.
- Manejo: El tratamiento puede implicar medicamentos, baños especiales, cambios en la dieta o incluso inmunoterapia personalizada.
- Prevención: Reduce la exposición al polen limpiando sus patas después de los paseos, evitando las horas de mayor concentración de polen y manteniendo el hogar limpio.
Entender la predisposición de tu mascota te permite anticiparte y ofrecerle el cuidado y el alivio que necesita. Una vida sin picor constante es una vida mucho más feliz para ellos.