En un mundo donde las mascotas han trascendido su rol de simples animales de compañía para convertirse en miembros de pleno derecho de la familia, las implicaciones legales de esta evolución no han tardado en manifestarse. Desde España, donde la reciente Ley de Bienestar Animal ha puesto sobre la mesa la consideración de los animales como seres sintientes y no como meros bienes, miramos con interés una innovadora iniciativa surgida en Estados Unidos: los «TrustedPetNup».
Un bufete de abogados en EE.UU. ha lanzado esta propuesta, que consiste en acuerdos prenupciales legales diseñados específicamente para detallar el cuidado de los animales compartidos en caso de ruptura de pareja. Tradicionalmente, los acuerdos prenupciales se han centrado en la división de bienes materiales, propiedades y finanzas. Sin embargo, la creciente importancia emocional y el estatus casi filial de las mascotas han llevado a la necesidad de proteger su bienestar en situaciones de separación o divorcio.
¿Qué incluye un «TrustedPetNup»?
Estos acuerdos buscan prevenir disputas emocionales y costosas batallas legales por la «custodia» de las mascotas, detallando aspectos clave como:
- Custodia y visitas: Quién se quedará con la mascota, si habrá un régimen de visitas o custodia compartida.
- Costes de mantenimiento: Cómo se dividirán los gastos de alimentación, veterinario, seguros, adiestramiento, etc.
- Toma de decisiones: Quién decidirá sobre tratamientos médicos importantes o cambios en el estilo de vida de la mascota.
- Resolución de conflictos: Mecanismos para resolver desacuerdos futuros sin recurrir a los tribunales.
Un reflejo de la evolución del derecho animal
Esta iniciativa estadounidense resuena particularmente en España, donde la reforma del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil, en vigor desde enero de 2022, ya establece que los animales dejan de ser considerados «cosas» para ser «seres sintientes» o «seres vivos dotados de sensibilidad». Esta modificación legal ya permite a los jueces determinar la custodia de las mascotas en caso de divorcio o separación, priorizando su bienestar.
El «TrustedPetNup» va un paso más allá al ofrecer una solución proactiva. En lugar de esperar a que surja un conflicto en medio de una ruptura, estas parejas pueden establecer de antemano un plan claro y legalmente vinculante. Esto no solo aporta tranquilidad a los dueños, sino que también garantiza la estabilidad y el cuidado continuo de las mascotas, que a menudo son las víctimas silenciosas de las rupturas sentimentales.
La aparición de estos acuerdos prenupciales específicos para mascotas es un claro indicio de cómo la sociedad y el derecho están adaptándose a la profunda conexión que compartimos con nuestros animales, reconociendo su valor no solo emocional, sino también legal, como verdaderos miembros de la familia. Es probable que, dada la dirección que toma el derecho animal, iniciativas similares no tarden en cruzar el charco y llegar a otros países.